La vida en los tiempos del Pókemon Go (legal)

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@PerseoVencido

A estas alturas, está de más, me parece, describir a detalle lo que es Pókemon Go. Este pequeño juego que ha enloquecido masas desde su aparición hace más o menos un mes ha vuelto a estar en el centro de atención del internet estos días; ya que ha sido liberado para varios países de Latinoamérica.

A pesar de que el juego ya había sido descargado por numerosos usuarios mediante procedimientos oscuros y sinuosos (ah, y también ilegales), la noticia adquirió una relevancia contundente en los medios sociales al punto de volverse trending topic en la red social Twitter durante más de 24 horas. Evidentemente, la nueva app que nos permite atrapar Pokemones en la vida real no sólo ha repercutido en la vida digital, sino que, cual copia dañada de la Matrix, ha contaminado con su presencia el mundo real; para prueba de ello, basta ver la salvaje pokevolución del valor las acciones de Nintendo (empresa que casi todos creíamos muerta). Además, diversas empresas han intentado aprovechar el fenómeno digital para atraer consumidores y clientes: tal es la situación de la compañía telefónica Weex, la cual ofrece un paquete de internet exclusivamente para jugar Pókemon; también está el caso de cierto bar que ofrece 500ml de cerveza por cada veinte Pokemones mostrados, y la posibilidad de recibir una cerveza de 375ml si capturas algún monstruo dentro de sus instalaciones.weex

Cabe mencionar que las consecuencias del juego en la realidad no se detienen ahí. Los casos de personas atropelladas por abstraerse en el juego e ignorar lo que a su alrededor sucedía no son raros; tampoco, los robos perpetrados por personas que, aprovechándose de las pokeparadas (lugares donde el entrenador debe ir para recibir objetos de valor dentro de la App), han llevado acabo. Para intentar prevenir y proteger a la población, los gobiernos de cada país han tomado medidas distintas: en Perú, por ejemplo, desde la página de Facebook de la policía nacional, se ha compartido el siguiente Gift, el cual advierte a la población sobre medidas pertinentes para evitar situaciones desafortunadas al momento de jugar. .giphy

Todo esto no puede pasar inadvertido en una generación como la nuestra: las críticas y las loas no se hicieron esperar. Por un lado, muchas personas se quejan de la condición “zombie” que adoptan las personas con este nuevo juego; alegan, pues, que ya era suficiente con la mitad del mundo sumergido en Twitter, Facebook y demás redes sociales, como para que todavía nos enajenemos más buscando Pokemones. Asimismo, se cuestiona la poca o nula interacción que los

jóvenes desean tener con el mundo tangible que los rodea: los usuarios de la aplicación prefieren jugar con animales virtuales antes que con mascotas reales. Por otro lado, muchos aficionados a Pókemon expresan su entusiasmo por la genial idea de Nintendo: varios de ellos han declarado que la utilización del juego es como la realización de un sueño, debido a que hace mucho más real la experiencia de ser un entrenador Pókemon, gran anhelo reprimido por parte de muchos. Aparte, de la misma forma, felicitan a la compañía, puesto que la aplicación invita a los usuarios a la actividad física e interactuar con el ambiente, a diferencia de los videojuegos tradicionales que exigen una quietud casi total.

pokemonof_brainonLa mayoría de los ataques contra Pókemon Go son por parte de personas adultas. Es normal que se critiquen las cosas nuevas; además, pocas de las críticas hechas son originales, la mayoría de éstas se le pueden hacer a muchas otros hábitos juveniles, como revisar el celular de manera obsesiva. Sin embargo, no por ello son desechables: definitivamente, prestar más atención a un mundo virtual resulta peligroso y dañino. Empero, tampoco la creación de juegos de realidad aumentada es catastrófico. En todo caso, a mí me inquieta más la inmensa conmoción que un hecho así genera: dentro y fuera de las redes sociales es imposible no percibir (e incluso, contagiarse) de la fiebre Pókemon: paulatinamente aumenta el número de empedernidos entrenadores Pókemon que salen a la calle sin respetar calles sin semáforos. Con todo el alboroto creado a partir del lanzamiento de este juego hemos demostrado ser una generación capaz de paralizar el mundo por cosas casi insignificantes.

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Imagen tomada de Twitter @SkabecheTV

Quizá pasa que somos una generación muy vacía que a la primera oportunidad se vuelca sobre las nuevas tendencias desesperadamente. Asimismo, Pókemon fue un compañero importante en la infancia de muchos, ya sea en forma de videojuego o en forma de serie animada; eso justifica la reciente locura por la reaparición de un elemento tan querido. Por otro lado, si mis contemporáneos prefieren relacionarse dentro de un mundo virtual se debe a que en iguales condiciones han crecido: cada vez son menos los adultos y jóvenes que pueden presumir de haber salido a jugar a la calle en su moza edad.

Para terminar, algo es seguro de todo este desconcierto: la pasión por Pókemon Go se apagará en algún momento. Probablemente reaparecerá si Nintendo tiene alguna otra idea igual de inteligente. De momento, cada quien es libre de elegir si va a capturarlos a todos (aunque la vida le cueste) o si prefiere seguir inmutablemente su vida. ¡Comparte y comenta qué camino seguirás tú!

Un comentario en “La vida en los tiempos del Pókemon Go (legal)

  1. Se ha mostrado una gran inquietud con respecto al juego, he visto el empeño de muchos por mostrar el mensaje incorrecto que está dejando, y falta neutralidad en los puntos, ya que está llegando hasta las noticias más increíbles. No es necesario hablar de los males, de eso ya estamos enterados, ¿y qué hay de lo bueno? En un principio claro que es una estrategia comercial de Nintendo y de Niantic, Inc., la desarrolladora, y los más nostálgicos han encontrado en el juego, como se menciona, un sueño realizado, como compañeros, amigos y conocidos que se han alegrado demasiado, sin embargo no los veo cruzando calles, semáforos y con los ojos totalmente en el celular, porque saben jugarlo. Otro ejemplo, sería mejor, si en vez de andar caminando completamente esperando a que te aparezca un pokémon, se abriera la aplicación cada cierto tiempo, mientras esperas un camión o a que pasen los autos, no mientras éstos se acercan. Además, también se ha dado el caso de reuniones en ciertos lugares, ya sea de amigos, de casualidad (porque se han hecho conocidos en parques al saber que están jugando lo mismo) o aficionados que organizan sus excursiones, en Bellas Artes, Chapultepec o hasta en el Centro, esto genera algo bueno a la vez, no vas solo por las calles, se cuidan unos a otros y contradice parte de lo dicho: conviven, salen a divertirse, los saca de sus casas para caminar, algo muy difícil en la actualidad. El objetivo de escribir esto es dejar a un lado las consecuencias negativas, y dar a conocer un poco de lo positivo. Hay que enseñar a manejar la situación para dar soluciones si quieren hacer reaccionar y entender a los usuarios. Y algo es cierto, en algún momento se va a terminar esta fiebre, eso es más que seguro, mientras permitamos disfrutar y respetar sus pasatiempos, porque hay quienes se divierten sanamente, disfrutan correctamente y entienden como deben usar el juego, y no como se deben dejar llevar por él.

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